Todo proceso de entrevista comprende tres fases: la primera es la preparación ANTES de la entrevista; después está el proceso de sortear las preguntas y dar la mejor imagen al reclutador DURANTE la entrevista. Ahora fijaremos la atención a la última de estas fases, lo que hay que hacer DESPUÉS de la entrevista, momento que requiere también de una preparación a conciencia.
Sé agradecido con la oportunidad
En todo el proceso de la entrevista, además de los conocimientos y experiencia contenidos en un CV elaborado con eficiencia, es muy importante la última impresión que hemos dejado, pues es lo primero que se recuerda.
En algunos entornos es aceptable enviar al reclutador una nota de agradecimiento (por lo general en forma de correo electrónico) por la entrevista. Esta es una oportunidad para expresar por escrito algunas cosas que no se pudieron decir durante la entrevista.
Si te es posible escribir una nota, destaca momentos de la entrevista que fueron interesantes y remata la información con al menos dos razones que indiquen por qué eres el candidato ideal para la posición.
Una buena práctica es guardar los datos de la persona que te ha entrevistado para personalizar tu nota.
Conecta con el entrevistador Online
No importa si no hay disponibilidad inmediata para el puesto de trabajo. Crear una relación de largo plazo con el entrevistador tendrá un buen efecto y cuando surja una siguiente oportunidad, muy probablemente nos tendrán en cuenta.
Ten paciencia con la búsqueda
La búsqueda de un trabajo adecuado es cómo pescar a mar abierto: los peces están allí, pero hay que tener paciencia para que alguno muerda el anzuelo.
La paciencia es la clave, por lo que no hay que dar excesiva importancia a un determinado trabajo o una entrevista. ¡Siempre habrá peces que pescar!, es decir, oportunidades de conseguir un buen empleo y las hallaremos con la actitud adecuada.
Imagen: Ben White