Para conseguir un trabajo, tienes que demostrar que tienes experiencia. Pero para tener experiencia, primero hay que tener trabajo. ¿No es paradójico? ¿Cómo resuelve esto alguien que está en búsqueda de su primera oportunidad laboral?

Seguro que has empezado a redactar tu CV y no tienes ni idea de qué poner en el apartado Experiencia laboral. «No tengo», estarás pensando. Puedes quejarte inútilmente o utilizar esto a tu favor. Sí, a-provéchalo. Aquí tienes algunos secretos que te ayudarán a crear un CV impactante aunque no tengas experiencia laboral remunerada.

No estás solo. A todos nos ha pasado. El título de experiencia laboral puede resultar un poco desalentador al principio.

¿Debo eliminar esta sección de mi CV?

¡No lo hagas! Tienes mucho que decir.

¿Qué espera encontrar el reclutador en esta sección?

El reclutador sabe muy bien que el puesto al que optas es para profesionales con poca o ninguna experiencia laboral formal.

Así que aquí está el primer secreto: por un momento, deja de pensar en la palabra «Trabajo» y céntrate en la idea de «Experiencia». Sí, el reclutador espera averiguar qué habilidades has desarrollado en «experiencias» pasadas que sean significativas para el mundo laboral.

De hecho, si te sientes cómodo, en lugar de «Experiencia laboral», llama a esta sección simplemente «Experiencia» ¡y ya está! Otra alternativa aceptable es llamarlo «Experiencia preprofesional».

¿Y qué «experiencias» son válidas?

Muchísimo. Más de las que imaginas. A tu edad, habrás vivido más de una de las que vamos a enumerar. Aquí te daré algunos ejemplos concretos y luego te diré cómo escribirlos correctamente.

Sé que te vas a sorprender porque te propongo 11, sí, has leído bien: 11 actividades que son perfectamente válidas para entender que tienes habilidades transferibles al mundo laboral. Elige las más representativas y las que más sentido tengan para el puesto al que optas:

1. Alguna experiencia laboral previa. Mejor aún si está relacionada con el puesto que solicitas.
2. Prácticas anteriores. Recuerda que no importa si fueron remuneradas o no. Todas las prácticas demuestran que puedes realizar actividades laborales normales y que mantienes una gran disposición a aprender.
3. Apoyo temporal a una empresa familiar. Demostrarás que has apoyado el sustento de tu familia y que has recibido subvenciones y las has cumplido con responsabilidad.
4. Una empresa personal o actividad empresarial que hayas montado con amigos. Aunque la empresa no haya tenido éxito, probablemente habrás aprendido muchas lecciones.
   Intercambios o viajes al extranjero. Demuestra que fuiste lo suficientemente flexible para afrontar retos y adaptarte a nuevas culturas.
5. Algún trabajo académico especialmente relevante para el puesto. Lo ideal es que demuestres que en este trabajo has puesto en práctica diversas habilidades que demuestran que puedes desenvolverte bien en un entorno laboral.
6. Trabajos de verano o voluntariado. Recuerda tu participación en actividades de responsabilidad social. Gracias a ellas, podrás demostrar tu capacidad de altruismo, sensibilidad, organización y solidaridad.
7. Actividades deportivas o aficiones. Demuestra: disciplina, constancia y orientación a la realización.
8. Si has organizado un equipo, ten en cuenta también: liderazgo y planificación.
9. Si has participado en actividades culturales y si han implicado algún grado de organización.
10. Si has aprendido por tu cuenta, por ejemplo realizando voluntariamente un curso online que complemente tu titulación y demuestre tu voluntad de aprender.
11. Cualquier logro académico especialmente importante.

¿Sigues pensando que no tienes «experiencia»?

Vale, ¿y cómo escribo mi «Experiencia»?

Una vez le preguntaron al jefe de personal de Google cómo hacerlo. «Recibes muchos CV de todo el mundo y comparas las mejores prácticas. ¿Puede sugerirnos la mejor manera de impactar al lector? ¿Cómo escribir la experiencia adecuada?

Te revelo el segundo secreto: la estructura que propone este directivo. Basta con reunir 3 elementos:

1. Empieza con un verbo de acción. Aquí tienes una lista de verbos que puedes consultar. Utilizar un verbo de acción al principio de la frase produce un impacto inmediato en el lector. Les das la idea directa y directa de que has conseguido algo.
2. Mida sus resultados Este es el tercer secreto: utilice números, porcentajes, frecuencias o términos que den la idea de tamaño. Se trata de un poderoso elemento diferenciador a los ojos de un reclutador. Más adelante te daré ejemplos concretos en los que verás lo importante (e impactante) que es entender una magnitud en tus resultados.
3. Añade un complemento.Aquí tienes un ejemplo concreto: «Incrementé las ventas en 50% en el primer trimestre del 2016.»

• Acción: «He aumentado las ventas».
• Magnitud: «en un 50%».
• Complemento: «en el primer trimestre de 2016».

¿Y cómo puedo aplicarlo a los ejemplos anteriores?

Aqui está uma aplicação direta dos exemplos dados na estrutura proposta:

• Monté 16 casas prefabricadas como miembro del programa de voluntariado «Un Techo para mi país».
• Atendí a 350 clientes durante 3 meses del verano 2019, trabajando como vendedor en la bodega de mi familia.
• Gané la medalla de plata en el relevo 4 x 400 representando a Perú en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
• Obtuve la Certificación SCRUM Master en el curso virtual CERTIFICUS de 36 horas.
  Organicé un grupo de 25 danzantes de Caporales para el Festival de la Candelaria en Puno en febrero de 2018.
• Cree un modelo analítico para medir el potencial de mercado que reveló oportunidades de negocio por más de US$ 50 millones en 10 años.
• Organicé una Pollada a la que asistieron 450 personas para recaudar fondos para los gastos de salud de un miembro del barrio.
• Encuesté 830 hogares como voluntario para el Censo Nacional de Viviendas 2017.
• Atendí a 5,000 pasajeros y gestionó S/ 7,000 de ingresos entre enero y febrero del 2019 como cobrador de la Empresa de Transportes Fénix.